¿Qué puede controlar la domótica?
Hoy nos hemos levantado con una noticia sorprendente, el descubrimiento de un nuevo planeta similar a la Tierra fuera de nuestro sistema solar. Está situado a una distancia de su estrella que permitiría la existencia de agua líquida; de ahí la importancia del descubrimiento. Podría ser el planeta del futuro, pero hasta que eso llegue todavía queda mucho por hacer en nuestro querido planeta. Por ejemplo, avanzar en los hogares inteligentes. Esto seguro que lo verán nuestros ojos, porque es ya una realidad en muchas viviendas.
La tecnología tiene siempre el mismo efecto, es capaz de replantear la forma de hacer las cosas y cambiar el método. Los nuevos materiales de construcción o la impresión en 3D serán claves en las nuevas construcciones del futuro. Pero la tecnología no sólo afectará al esqueleto del edificio, también al interior de la vivienda. Cada vez tenemos más dispositivos inteligentes y conectados entre sí a través de Internet. Este fenómeno es al que conocemos el Internet de las Cosas (IoT) y abre un sinfín de puertas.
Según la ONU, las ciudades experimentarán un crecimiento espectacular en 2050, tanto es así que calcula que el 80 % de la población vivirá en grandes urbes. Esto lleva obligatoriamente a pensar en redefinir de nuevo el modelo de ciudad, hacerlas más inteligentes. En esta labor están ya inmersas algunas localidades españolas, como Santander.
En España, más de 60 ciudades (Santiago de Compostela, Tarragona, Zaragoza, Barcelona, Burgos, Pamplona, Madrid, Sevilla, Segovia…) forman parte de la red española de Ciudades Inteligentes. Santander fue una de las pioneras, con la instalación de unos sensores inalámbricos que avisaban a los conductores de los aparcamientos libres en la ciudad. Además del tráfico, esta tecnología gestiona otros aspectos de la ciudad, como el medioambiente, la cohesión social, la movilidad y el transporte, el capital humano, lacalidad del agua, la contaminación acústica….
Hace años que hablamos de la domótica, pero ésta no ha acabado de entrar de forma generalizada en los hogares españoles, sólo en algunos, los más exclusivos. Y casi siempre ligado a la comodidad y el bienestar.
Sin embargo, el IoT lleva un crecimiento mucho más rápido que la domótica. La clave está en que el mando de control es el Smart phone, un dispositivo que todos tenemos en el bolsillo y a través del cual podemos controlar muchos aparatos a distancia.
La climatización, la calefacción; las ventanas y persianas; el agua caliente; los electrodomésticos; la máquina de café; el aparato de música… Todo podemos controlarlo a través de nuestro móvil.
Los principales tipos de dispositivos o actuadores son:
- Sensores de luz, temperatura, movimiento, apertura…
- Termostatos y actuadores para calefacción y calderas
- Interruptores para controlar puntos de luz, persianas e intensidades
- Enchufes para control de encendido y consumo energético
- Sistemas de control de riego automático
Pero más allá de la comodidad, el hogar inteligente tiene también otras prestaciones todavía más interesantes. El Internet de las Cosas hace que nuestro hogar sea también más eficiente, nos ayuda a llevar a cabo un consumo responsable, a no desechar energía.
La domótica, además de confort, es también ahorro energético y seguridad
La ventaja del Internet de las Cosas es que no tenemos que construir desde cero nuestro hogar inteligente. Cualquier vivienda puede convertirse en inteligente con una instalación sencilla. Esto es así gracias a la tecnología inalámbrica, compuesta por un controlador, módulos pequeños y diferentes sensores, todos de fácil instalación.
Y lo mejor de todo es que podemos empezar a dotar de inteligencia a nuestra casa poco a poco. No hace falta hacerlo de golpe, como quien dice. Podemos empezar con la climatización o la iluminación y continuar de forma progresiva.
By: casasdigitales.com
